
La Asociación de Madres y Padres del instituto de educación secundaria Francisco Salzillo de Alcantarilla ha denunciado que la mitad de las aulas del centro alcanzan temperaturas de hasta 38 grados en horario lectivo, "lo que desde luego no favorece la concentración y el estudio de los alumnos", tal y como afirma su presidente, José Trigueros. Esta situación es aún más grave en estas fechas, ya que los alumnos están en plena época de exámenes.La orientación de la mitad de las aulas es buena para estas fechas, queda a resguardo del sol y las temperaturas son soportables; sin embargo, la otra queda expuesta a los incesantes rayos del sol, por lo que las aulas han alcanzado temperaturas de entre 36 y 40 grados, según las mediciones realizadas por la dirección y el AMPA.Esta circunstancia ha provocado situaciones cuanto menos curiosas en el instituto. De hecho, una profesora embarazada decidió sacar a los alumnos y continuó las clases en el pasillo.Los alumnos del Salzillo se muestran muy claros al hablar de la situación: "Es imposible estar en las aulas que dan a la pista, no se puede dar clase y mucho menos hacer exámenes". Los profesores les apoyan y reconocen haber pospuesto exámenes en las conocidas como "aulas de fuego".El Salzillo es el instituto más antiguo de Alcantarilla. En él estudian más de un millar de alumnos y dan clase más de un centenar de profesores. La instalación eléctrica ha quedado obsoleta, y esto "nos impide a nosotros, como AMPA, comprar aparatos de aire acondicionado, por lo que creemos que es Educación quien debería tomar cartas en el asunto", tal y como afirma José Trigueros, quien sin embargo se muestra optimista, ya que "la renovación de la instalación eléctrica es muy factible, ya que se podrían pasar todos los cables por el sótano".Además, la renovación de la instalación eléctrica permitiría cambiar la iluminación de las aulas, ya que "no es suficiente para la lectura y el estudio", afirma José Trigueros, quien reconoce que "los malos resultados escolares no son achacables al calor ni a la iluminación, pero indudablemente estas condiciones no ayudan a la concentración de los alumnos, que están más preocupados por sobrevivir que por otra cosa".La comunidad educativa del centro reconoce que el instituto Salzillo necesita de una inversión económica por parte de la consejería de Educación, "más allá del dinero que recibe todos los años en concepto de mantenimiento".